Reseña personal.
A veces decides una relectura de forma consciente, queriendo volver a saborear unos textos que en su momento te emocionaron, otras, como en este caso, de forma casual. Pero no por eso no ha sido provechosa. Por lo menos en el primero de los dos textos que componen la obra, el que le da título, en el que resurge un Miguel Delibes defensor a ultranza de sus pueblos de Castila, de su ruralidad, y de su manera de detener el tiempo, con una sensibilidad digna sólo de los genios, pues como dice ell propio Miguel Delibes en la nota a la edición de las obras completas, "...aquel medio centenar de páginas decian más que ningún otro libro mío sobre lo que era Castilla y lo que eran los castellanos...".
Reseña de la editorial.
Hay una manera de serde pueblo como hay una manera de ser deciudad. Enn la ciudad las cosas cambian deprisa, y los altos edificios, las luces y los automóviles esconden como puedn el apresuramiento atontado de la multitud, los gozos y las penas. El pueblo está ahí, sumiso, apagado, menclándose cada vez más con el color de la tierra.
El primero de los dos relatos de este libro, "Viejas historias de Castilla la Vieja", un hombre regresa al pueblo tras cuarenta y ocho años de ausencia, pero es como si hubiera pasado un instante. En Castilla no se cunta por años, sino por siglos, y allí están esperand las casas, los árboles, los campos agotados, las gentes enevejecidas, el arroyo que pasa entre cañizos y el polvillo de la trilla pegado a los muros.
En el segunto, "La caza de la perdiz roja", el protagonista es el Barbas,viejo filósofo castellano, escéptico y enraizado a la tierra, que conoce, mejor que nadie, las gentes y las perdices, y si no hay más remedio entabla con el autor un diálogo claro y bello que parece venir rozando por el viento del fondo de los siglos.
Miguel Delibes.
Nació en Valladolid en 1.920. Se licenció en Derecho y compagino durante mucho tiempo la docencia con el periodismo y la literatura. Se dio a conocer como novelista con La sombra del ciprés es alargada. Premio Nadal 1.947. Su extensa obra literaria ha merecido numerosos galardones, entre ellos el Nacional de Literatura (1.955), el Premio Nacional de las Letras (1.991) y el Premio Cervantes (1,993). En 1.999 obtuvo nuevamente el Premio Nacional de Literatura por El hereje. En 1.973 fue elegido miembro de la Real Academia para ocupar el sillón "e".