domingo, 7 de abril de 2013

El cementerio vacío, de Ramiro Pinilla


Reseña personal.

Imbrincada en la trama de una novela negra, en la que se intenta desentrañar el autor del asesinato de una jóven de Getxo, de forma magistral, Ramiro Pinilla, nos muestra con todo lujo de detalle la sociedad vasca de una ciudad media, con sus pasiones, sus miedos y ambiciones, incidiendo especialmente en la importancia de la defensa de su cultura ancestral.
Si algún pero queremos ponerle a la obra este sería como novela negra, pues no es capaz de mantener la tensión típica de este genero, ni de conseguir el clima de tensión propios.

Reseña de la editorial.

En medio de una romería, los vecinos de Getxo descubren el cadáver de la joven y hermosa Anaria, y sobre ella, gritando desperado, a un maketo del otro margen de la Ria con el que al parecer iba fugarse. Al día siguiente, en la librería de Sancho Bordaberri, alias Samuel Esparta, entran dos niños dispuestos a empeñar sus ahorros para contratar sus servicios como investigador privado: quieren demostrar que el maketo, al que todos querrían linchar es inocente. Samuel descubre que fueron muchos los pretendientes y familiares que vieron a Anari la noche fatídica, y el caso se complica porque sus pesquisas se cruzan con las del comisario de la policia Político-Social. Por si fuera poco, se dará de bruces con una presistente leyenda popular según la cual las tumbas de los cementerios costeros se vacian por el fondo y vierten sus cadaveres al mar, donde tal vez los amantes vivan juntos para siempre.

Ramiro Pinilla.  (Bilbao 1923).

Se dio a conocer con novelas como "Las ciegas hormigas (1961)", ganadora del Premio Nadal y del Premio de la Crítica, o "Seuo", finalista del planeta de 1971. Pero tras ese comienzo exitoso, Pinilla decidió publicar sólo en pequeñas editoriales durante más de trinta años. La publicación en 2004 y 2005 de "Verdes valles, dolinas rojas", una trilogia compuesta por "La tierra convulsa", "Los cuerpos desnudos" y "Las cenizas del hierro", Premio Euskadi, Premio Nacional de la Crítica y Premio Nacional de Narrativa, devolvió a Pinilla a la palestra y descubrió a muchos que se trataba de uno de los grandes escritores contemporaneos. Así lo confirmaron sus novelas "La higuera (2006)", "Antonio B. el ruso, ciudadano de tercera", "Sólo un muerto más (2009)", o sus narraciones breves, "Los cuentos (2011)".

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